Deséu



Es la madrugada del nueve al diez de diciembre de dos mil ocho, aún las dos menos diez.
Sentado encima de la cama, en el mismo sitio en el que estoy desde hace seis días a causa de una falsa gripe que solo vino acompañada de malestar y fiebres.
Así comienza/o de nuevo el blog. Con necesidad de contar y el deseo de escribir. Con la necesidad de borrar lo pasado y el deseo de empezar casi de cero.

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